En tus manos… En nuestras manos… En las manos de los que nos rodeaban… Así nos dejamos llevar esta semana.
Fue una semana de mucha interioridad, compartir y fraternidad. Pero para sacar el mejor partido del encuentro y de la vida, necesitábamos conocernos bien a nosotros mismos. Para eso, pudimos contar con diferentes herramientas que también podrían ser aplicadas a nuestra vida cotidiana. Desde formas para expresarnos con más creatividad hasta formas de permitir que nuestro cuerpo se calme y pueda ser también un canal para todo lo que tenemos en nuestro interior.
Y, a partir de ahí, pudimos ser nosotros mismos para los otros, dejamos llevar en sus manos y crear vínculos fuertes de amistad. Claro que eso llevó a que este grupo se uniese y expandiese a mi familia MarCha. ¡Es increíble mirar para atrás y ver que hace unos años era un grupo pequeño y ahora hasta necesito hablar en otra lengua para hablar con algunos miembros! Y estoy feliz de que así sea, porque con esa barrera sobrepasada (que en el fondo no fue barrera), pudimos crear vínculos fuertes y ganar confianza para poder aprovechar todos los lindos momentos que nos fueron proporcionamos y tuvimos la capacidad de compartir de forma sincera.
Estoy muy agradecido por todos los abrazos sinceros que este increíble grupo ofreció y supe recibir.
Manuel Sousa, MarCha Vouzela
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