Teníamos planeadas caminatas de contacto con la naturaleza a partir de São Macário, pero el clima tenía otros planes para nosotros… Como buen hijo que vuelve a casa, regresamos a Vouzela, una casa que siempre nos acoge en la necesidad.
De las barcas en el río, pasamos a las barcas en la piscina; de las tiendas en el bosque, a las tiendas en el campo de fútbol, pero nada nos desanimó porque el espíritu de Into the Wild ya estaba con nosotros. Tuvimos el privilegio de estar en contacto con los habitantes de Vouzela y de disfrutar de las reflexiones de la tía Fátima y del tío Amadeu. Agradecemos a todos la presencia y la vida que trajeron para esta semana, que es otro paso importante en el proceso MarCha de nuestros participantes.
Mafalda Vidal, MarCha Lisboa
Si pensamos en “salvaje” como algo que huye del control, esta semana fue verdaderamente “Wild”. Desde el comienzo de nuestro camino encontramos obstáculos inevitables, como el “riesgo de incendio elevado”, que nos trasladó del paradisiaco São Macário de vuelta a la encantadora villa de Vouzela, donde vivimos nuestro “Into the Wild” en la ciudad, en tiendas.
Entre el peso que traíamos en nuestras mochilas había mucho entusiasmo para vivir una semana intensa y la necesidad del compartir y la reflexión. Dados los abrazos tan característicos de MarCha, y sin quedar ninguno por dar, comenzaron los días “into something”… into question, into the deep, into contact, into action, into the future, into the heart. La gran meta a alcanzar fue lo profundo del ser, el encuentro con uno mismo, a través de mirar a Jesús y sus bienaventuranzas. Aprendimos a mirar para adentro, al prójimo y al mundo con más atención. Seguimos las enseñanzas de Alex Supertramp, y ahora todo es “súper”. Creamos y reforzamos lazos que prevalecerán.
Personalmente, este encuentro dejó en mi una huella, un enorme sentimiento de gratitud y ganas de ser MarCha en el mundo “exterior”. Al final, es algo difícil de describir con palabras, porque fue vivido con el corazón.
Ana Lopes, MarCha Vouzela
Fue un Into the Wild con algunos percances y cambios de última hora, pero el objetivo del campamento era ese mismo, la capacidad de saber arreglárselas. ¡Y lo conseguimos!
Tuvimos la oportunidad de cuestionarnos, de ver más allá, de perfeccionar el trabjo en equipo, de hacer algo por el otro, de pensar en el futuro y, finalmente, de llegar Into the heart.
Este encuentro, en especial, nos hizo crecer, aprender a lidiar con los problemas, a perdonar y a seguir al frente a través de actividades en grupo y de momentos de introspección.
Durante esta semana, todos fuimos muy felices y nos sentimos acogidos. ¡Siempre es bueno estar de vuelta!
Gabi Oliveira, MarCha Vouzela
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