El pasado 11 de junio, llenamos dos autobuses de nervios e ilusión y pusimos rumbo al Parque Warner, en San Martín de la Vega, a las afueras de Madrid.
Allí nos dividimos en dos grupos: los más valientes, y aquellos que aprecian las pequeñas cosas de la vida de una forma más relajada, adaptándonos así a las preferencias de cada participante.
Nos armamos de cantimploras sin fondo, gorras y crema solar, y gracias al alivio de las atracciones de agua logramos sobrevivir a las elevadas temperaturas.
Paseamos por las calles de las míticas ciudades de Gotham y Metrópolis, el lejano Oeste, la tierra de los Looney Tunes o las divertidas calles de la Loca Academia de Policía; incluso saludamos personalmente a viejas glorias de la animación como Piolín o el mismísimo Bugs Bunny.
Ni el calor, ni las colas kilométricas pudieron detenernos en nuestra misión de pasarlo bien y disfrutar todos juntos.
Clásicos como la Lanzadera de Enigma, el Río Bravo, los Rápidos o la Stunt Fall siguen enganchando a las nuevas generaciones a los encantos del parque en su vigésimo aniversario y pusieron la guinda en el pastel a un año lleno de nuevas experiencias y buenos momentos
Un curso que empezó con incertidumbre y acaba con la seguridad de seguir siendo la MarCha de siempre: una familia, una vía de escape, un segundo hogar…
MarCha 21/22 termina dejándonos el buen sabor de boca de saber que habrá más al año que viene y que, con un poco de suerte y la impagable dedicación de sus voluntarios, MarCha estará ahí por siempre. ¿Os atrevéis a acompañarnos?
Hugo, MarCha Burgos