Cuando un participante se incorpora a MarCha, recibe una taza para recordar que cada amanecer comienza con un desayuno que nutre, abre la jornada y hace despertar a la vida. La taza habla de calmar la sed y alimentarse, de vitalidad y pausa, de dar y recibir, de encuentro y compartir. En ella se bebe y con ella se puede dar de beber.

Las experiencias más importantes que MarCha ofrece a los preadolescentes en la etapa Amanecer son los encuentros durante el curso y los campamentos de verano: “Escuela de caballería”, “Un campamento de película” y “Los últimos héroes”. A lo largo de las actividades propuestas, los participantes van formando su grupo de referencia y van conociendo el vocabulario y los objetivos de MarCha. El grupo resulta un espacio de confianza y seguridad donde compartir y enriquecerse.