El símbolo de la etapa es el mosquetón que implica acción, tomar decisiones, asegurar puntos de referencia, engancharse a un grupo… pero manteniendo cierta independencia y autonomía. Es un elemento dinámico que puede utilizarse de muy distintos modos según la intención de su usuario, aunque siempre va a aportar seguridad y confianza al que lo lleva consigo. El mosquetón permite participar en una aventura y afianzar lo que se va logrando en ella.

Las experiencias que marcan Aventura se centran en la implicación en campañas solidarias de manera grupal, los compromisos tomados con el grupo, aquellas actividades que implican esfuerzo personal y toma de decisiones y el compartir en grupo pequeño. La dimensión interior de cada persona empieza a cobrar relevancia y, así, los momentos personales, la relectura de vivencias o las celebraciones adquieren especial importancia. Destacan las actividades provinciales como el encuentro “Kayrós” o los campamentos de verano “El viaje del Futhark” y “Atlantis”, en las que se refuerzan y profundizan los objetivos de la etapa.