La etapa Fuente pone el foco en el crecimiento personal: los acompañantes adquieren una nueva dimensión, la autonomía a nivel emocional se refuerza intensamente, los tiempos personales y de interiorización se afianzan, la espiritualidad cristiana sigue como referencia auténtica y se proponen experiencias de ayuda desde el voluntariado. Destacan las actividades provinciales como los encuentros de Pascua y las “Experiencias de comunidad y servicio” en las que se refuerzan y profundizan los objetivos de la etapa.