En las actividades de MarCha incluimos de forma progresiva una serie de elementos que tienen como finalidad ir creando hábitos y actitudes coherentes con nuestro proyecto.
En las actividades de MarCha incluimos de forma progresiva una serie de elementos que tienen como finalidad ir creando hábitos y actitudes coherentes con nuestro proyecto.
Algunos de estos elementos dinamizadores pretenden ayudar a ejercitarse en la interiorización y la consciencia. Al comenzar el día o la actividad, dedicamos un tiempo a amanecer a la vida, o sea, a ser conscientes de que estamos vivos, a habitar el presente y a abrazar el tiempo especial que tenemos por delante. Al final de la tarde, siempre hay un tiempo personal, un momento para estar con uno mismo y escuchar el silencio. Cuando se puede, este momento se vive en contacto con la naturaleza. Para terminar el día, dedicamos un tiempo a hacer un repaso de las experiencias de la jornada, a identificar qué queda en nuestro interior y a compartirlo con el grupo.
Otros elementos dinamizadores favorecen especialmente la personalización del proceso de crecimiento. Uno de ellos es el diario personal, que permite hacer una relectura de las experiencias vividas. Es el símbolo de la etapa Camino y su uso se intensifica a partir de esta etapa. La entrevista con el animador es un momento informal de conversación personal, que pretende ser un ámbito de seguridad y confianza. El acompañamiento personal, que se ofrece en las etapas más avanzadas del proceso, representa un compromiso significativo con el propio crecimiento y responde al proyecto personal de cada uno.
Trabajamos también de forma progresiva el desarrollo de la capacidad de alteridad y el compromiso por un mundo mejor. Además de las actividades educativas dirigidas a ese fin, damos un lugar especial a la colaboración en los empleos o tareas de limpieza como forma de adquirir hábitos de orden y limpieza y a realizar aprendizajes básicos para la vida, que al mismo tiempo favorecen un clima de familia. También el voluntariado está presente en todo el proceso MarCha. En las primeras etapas se concreta en servicios puntuales, y a medida que avanza la edad, se va materializando en un compromiso más permanente, ya sea en algún tipo de acción social o en la animación de los más jóvenes.
Entre los muchos momentos celebrativos que hay en MarCha, el paso de etapa se destaca como elemento particularmente significativo. Es una celebración del camino que cada persona va realizando y también una ocasión especial para cultivar el sentido de pertenencia al grupo. Se mira hacia atrás para agradecer lo aprendido, compartido y desplegado, y se mira hacia delante con esperanza y con el deseo de continuar en MarCha. Sirve también para recordar desde dónde se recorre el camino y qué referentes están siempre presentes.